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martes, 27 de diciembre de 2011

La nota musical de los transformadores

Los centros de transformación son unas habitaciones pequeñas donde viven los transformadores y sus cuadros de baja tensión. La electricidad llega a ellos a través de la red de distribución de media tensión (unos cables gordos), y ellos la transforman en baja tensión para que luego se distribuya a las casas de la gente y puedan hacer todas esas cosas que hacen con la electricidad (ver la tele, encender la luz, etcétera).

En la puerta de esas habitaciones suele haber una señal de peligro, algo como un símbolo de un rayo que amenaza con matarte. También suele haber una placa con un número, porque son habitaciones numeradas como en los hoteles.


Si habéis pasado por alguno de estos centros de transformación y tenéis el oído sensible, habréis notado que se escucha un zumbido, algo como "MMMMMMM". Es parecido al ronroneo de los gatos, pero esto lo hacen los transformadores.


¿Cómo lo hacen?

Seguir leyendo... Los transformadores son aparatos eléctricos porque por ellos pasa la electricidad, que no es más que un chorreón de electrones. Los electrones van y vienen: primero todos en tromba hacia un lado y luego en tromba hacia el otro, por eso se dice que la corriente que pasa por los transformadores es alterna. Y esto de ir hacia un lado y luego hacia otro lo hacen muy rápido, un montón de veces cada segundo. Bueno, un montón no, exactamente cincuenta veces por segundo en Europa y sesenta en América. Esas "veces por segundo" las vamos a llamar hercios (Hz) para darle algo de mérito al ilustre físico Heinrich R. Hertz.

Entonces tenemos un aparato eléctrico que funciona con una corriente alterna a 50 Hz, pero ¿y el ruido? La corriente alterna crea un campo electromagnético (ya no voy a repartir más méritos a más físicos ilustres, aunque podría) que hace que el propio núcleo de hierro del transformador cambie internamente de forma para adaptarse al dicho campo. Total, que vibra y vibrar es sonar. Total, que suena.

Pero además suena de forma monótona (con un único tono) porque vibra siempre igual, cincuenta veces por segundo.

Las cuerdas de una guitarra o de un piano también vibran y por tanto suenan. Si vibran muy rápido suenan agudo y si vibran más despacio suenan más grave. Si vibran exactamente cuatrocientas cuarenta veces por segundo dan una nota que se llama LA, eso es así porque han decidido ponerle ese nombre. A lo largo de la historia no siempre el LA ha vibrado exactamente cuatrocientas cuarenta veces por segundo, pero eso no importa ahora.

Pero a lo que vamos, ¿y si vibran cincuenta veces por segundo?

Partiendo de que la música es sonido y el sonido es un fenómeno natural con todas sus características exponenciales y logarítmicas que aparecen en los libros de física, si una cuerda vibra justo el doble de veces por segundo que otra, ambas dan la misma nota musical, una más grave (la lenta) y otra más aguda (la rápida), pero la misma nota. Entonces 440 y 880 Hz dan la nota LA (igual sería para 27.5, 55, 110 y 220 Hz por ejemplo, todas son LA). Como en la escala de la música occidental hay doce notas (DO, RE, MI, FA, SOL, LA, SI y otras cinco notas repudiadas e innombrables), entre los 27.5 Hz (nota LA) y los 55 Hz (nota LA siguiente) tienen que estar todas esas notas intermedias. Y con total exactitud, en nuestros queridos 50 Hz tenemos una nota que es... Ninguna.

Los 50 Hz están entre los 48.1 Hz del SOL y los 51.6 Hz de una de las notas feas que se llama SOL# (se lee "sol sostenido"), así que finalmente la conclusión que los transformadores en Europa cantan un SOL un poquito sostenido por lo que se puede decir que desafinan. En América no cantan mucho mejor, nos entonan un mediocre LA un poquito más sostenido que sostenido.



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