bloh, bloh, bloh

bloh, bloh, bloh: fotografía, música y cosas de esas.

viernes, 30 de diciembre de 2011

Mi pronóstico áureo sobre el precio de la vivienda

La belleza se puede encontrar en la economía igual que en otros comportamientos humanos y naturales. Usando la proporción áurea me resulta que el mejor momento para comprar una vivienda en España se producirá alrededor de 2014.

phi economía vivienda

Añadir que nunca he acertado un pronóstico económico, que para esta predicción no he tenido en cuenta ningún factor que no sea el estético (y divino) y que además no entra en mis planes comprar una vivienda por el momento.

No me hagáis caso.


jueves, 29 de diciembre de 2011

Historia del Imperio Romano, por Ammiano Marcelino (fragmento)

El gran historiador Ammiano Marcelino fue en realidad un soldado romano que prestó servicio en varios frentes, principalmente en la parte oriental del imperio. De origen griego y pagano, estos hechos probablemente influyeron en su visión del mundo ya que ni su lengua materna era el latín (aunque escribía en latín) ni su religión la cristiana. Como historiador, fue probablemente quien describió con más detalle el proceso de deterioro de la sociedad romana, anticipando en cierto modo la entrada en Roma de los bárbaros, que se produjo unos veinte años después de su muerte.

No he leído el tomo completo, pero expongo un fragmento que me ha parecido interesante del Libro XIV de su obra "Historia del Imperio Romano", según la traducción de F. Norberto Castilla editada en 1895.

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En el momento en que Roma, cuya duración igualará
á la de los hombres, apareció en el mundo, ajustóse un
pacto entre la Fortuna y la Virtud, tan separadas hasta
entonces, para favorecer de común acuerdo el maravilloso
desarrollo de la naciente ciudad. Si una ú otra
hubiesen faltado, Roma no hubiera podido llegar al pináculo
de grandeza que ha alcanzado. El pueblo romano
desde la cuna hasta el tiempo en que terminó su infancia,
período de cerca de tres siglos, combate alrededor
de sus murallas. Guerras muy rudas ocupan también su
adolescencia, y entonces cruza los Alpes y el mar. Para
él, la edad viril es una serie de triunfos; recorre el mundo,
y cada país que visitan sus armas le proporciona
cosecha de laureles. Al fin llega la vejez, y á pesar de
que su nombre solo consigue todavía victorias, aspira
al descanso. Entonces, la venerable ciudad, satisfecha
de haber domeñado las naciones más altivas y fundado
una Constitución salvaguardia eterna de la libertad de
sus hijos, eligió entre ellos los Césares para encargarles,
como á prudentes padres de familia, la tutela del
patrimonio común. No más inquietas tribus, no más
centurias turbulentas, no más agitaciones electorales;
por todas partes la tranquilidad de los tiempos de
Numa. Y, sin embargo, no hay punto en el mundo donde
no se salude á Roma como reina y señora, donde no
se inclinen ante la antigua majestad del Senado y donde
no sea temido y respetado el nombre romano.
Pero este noble Senado vió empañado su lustre por la
disoluta ligereza de algunos miembros suyos, que no se
contenían en el vicio, entregándose á desórdenes de
toda clase, sin querer recordar en qué suelo nacieron;
porque, como dice el poeta Simónides, no hay felicidad
completa si la patria no es gloriosa. Hubo entre aquellos
hombres quienes creyeron eternizar sus nombres
haciéndose elevar estatuas, cual si les recompensase
mejor inertes imágenes de bronce que el testimonio de
su conciencia. Hasta hacen dorar para ellos el metal,
siendo Acilio Glabrión el primero que obtuvo este
homenaje, cuando por su conducta, tanto como por sus
armas, puso término á la guerra de Antíoco. ¡Cuánto
mejor es hacerse superiores á honores tan pueriles, no
aspirar más que á la verdadera gloria y no caminar sino
por el largo y penoso sendero que describe el poeta
de Ascra. Catón el Censor lo demostró cuando interrogado
por qué no se encontraba su estatua entre las
de tantos varones ilustres, respondió: "Prefiero que
pregunten los buenos por qué no está, á que pregunten
por qué está".
Algunos hacen consistir la gloria suprema en la singular
altura de un carro ó en el fastuoso rebuscamiento
del traje. Su molicie sucumbe bajo esos mantos de tejido
tan diáfano que se sujetan al cuello con ligera hebilla y
que se les hace ondear con un soplo; veisles ajitar sus
pliegues en cada movimiento, sobre todo en el lado izquierdo,
y lo hacen así para que se vean las franjas
bordadas y el curioso trabajo de una túnica sembrada
de figuras de animales que forman cuerpo con el tejido.
Otros se os acercan con cara rígida y aspecto importante
para ostentar su inmensa riqueza, y estáis un día
entero oyendo la enumeración de sus bienes y el detalle
de sus rentas, que van multiplicándose cada año. Por
lo visto ignoran que sus antepasados, que tan lejos
extendieron el nombre romano, no brillaban ciertamen-
te por su opulencia. Aquellos varones, cuya energía en
todos los males de la guerra triunfó de tantos obstáculos,
no estaban mejor provistos, mejor alimentados ni
mejor vestidos que el último soldado. Necesaria fué una
cuestación para sepultar á Valerio Publícola: los amigos
de Régulo se pusieron de acuerdo para mantener á su
viuda y á sus hijos, y la hija de Scipión no tuvo dote
sino á expensas de la República, porque los padres
conscriptos se avergonzaron al ver que aquella virgen
perdía sus mejores años en el celibato, á causa de ser
su padre pobre y estar ausente en servicio de la patria.


martes, 27 de diciembre de 2011

La nota musical de los transformadores

Los centros de transformación son unas habitaciones pequeñas donde viven los transformadores y sus cuadros de baja tensión. La electricidad llega a ellos a través de la red de distribución de media tensión (unos cables gordos), y ellos la transforman en baja tensión para que luego se distribuya a las casas de la gente y puedan hacer todas esas cosas que hacen con la electricidad (ver la tele, encender la luz, etcétera).

En la puerta de esas habitaciones suele haber una señal de peligro, algo como un símbolo de un rayo que amenaza con matarte. También suele haber una placa con un número, porque son habitaciones numeradas como en los hoteles.


Si habéis pasado por alguno de estos centros de transformación y tenéis el oído sensible, habréis notado que se escucha un zumbido, algo como "MMMMMMM". Es parecido al ronroneo de los gatos, pero esto lo hacen los transformadores.


¿Cómo lo hacen?

Seguir leyendo... Los transformadores son aparatos eléctricos porque por ellos pasa la electricidad, que no es más que un chorreón de electrones. Los electrones van y vienen: primero todos en tromba hacia un lado y luego en tromba hacia el otro, por eso se dice que la corriente que pasa por los transformadores es alterna. Y esto de ir hacia un lado y luego hacia otro lo hacen muy rápido, un montón de veces cada segundo. Bueno, un montón no, exactamente cincuenta veces por segundo en Europa y sesenta en América. Esas "veces por segundo" las vamos a llamar hercios (Hz) para darle algo de mérito al ilustre físico Heinrich R. Hertz.

Entonces tenemos un aparato eléctrico que funciona con una corriente alterna a 50 Hz, pero ¿y el ruido? La corriente alterna crea un campo electromagnético (ya no voy a repartir más méritos a más físicos ilustres, aunque podría) que hace que el propio núcleo de hierro del transformador cambie internamente de forma para adaptarse al dicho campo. Total, que vibra y vibrar es sonar. Total, que suena.

Pero además suena de forma monótona (con un único tono) porque vibra siempre igual, cincuenta veces por segundo.

Las cuerdas de una guitarra o de un piano también vibran y por tanto suenan. Si vibran muy rápido suenan agudo y si vibran más despacio suenan más grave. Si vibran exactamente cuatrocientas cuarenta veces por segundo dan una nota que se llama LA, eso es así porque han decidido ponerle ese nombre. A lo largo de la historia no siempre el LA ha vibrado exactamente cuatrocientas cuarenta veces por segundo, pero eso no importa ahora.

Pero a lo que vamos, ¿y si vibran cincuenta veces por segundo?

Partiendo de que la música es sonido y el sonido es un fenómeno natural con todas sus características exponenciales y logarítmicas que aparecen en los libros de física, si una cuerda vibra justo el doble de veces por segundo que otra, ambas dan la misma nota musical, una más grave (la lenta) y otra más aguda (la rápida), pero la misma nota. Entonces 440 y 880 Hz dan la nota LA (igual sería para 27.5, 55, 110 y 220 Hz por ejemplo, todas son LA). Como en la escala de la música occidental hay doce notas (DO, RE, MI, FA, SOL, LA, SI y otras cinco notas repudiadas e innombrables), entre los 27.5 Hz (nota LA) y los 55 Hz (nota LA siguiente) tienen que estar todas esas notas intermedias. Y con total exactitud, en nuestros queridos 50 Hz tenemos una nota que es... Ninguna.

Los 50 Hz están entre los 48.1 Hz del SOL y los 51.6 Hz de una de las notas feas que se llama SOL# (se lee "sol sostenido"), así que finalmente la conclusión que los transformadores en Europa cantan un SOL un poquito sostenido por lo que se puede decir que desafinan. En América no cantan mucho mejor, nos entonan un mediocre LA un poquito más sostenido que sostenido.



miércoles, 21 de diciembre de 2011

El viaje con billete de ida (pixel art)

Me gustaría conservar hasta el último momento de mi vida la fuerza suficiente para empezar una vida nueva... Seguir leyendo...

Imagen: BMP, 256 colores, 60x40 px.

Y también espero no llegar a usarla.


miércoles, 14 de diciembre de 2011

Retratos de los hermanos Lokomotiv (fotos superpuestas)

Después de varios trabajitos de superposición de fotos de motivos arquitectónicos (aquí y aquí os pongo ejemplos) ahora estoy aplicando la misma técnica a retratos. Estoy buscando voluntarios... Seguir leyendo...

... Voluntarios o víctimas, según se mire.

Yo creo que los retratos quedan bastante favorecedores con esta técnica.

Os dejo el resultado de los retratos que hice la semana pasada a los hermanos Lokomotiv:

superposición fotos retrato


superposición fotos retrato

Cada una de las imágenes está compuesta por más de 20 fotografías.

¿Qué tal?

lunes, 5 de diciembre de 2011

La compra de la República (Giovanni Papini, 1931)

Fragmentos de el capítulo "La compra de la República", perteneciente al libro "Gog" que el escritor toscano Giovanni Papini publicó en 1931: Seguir leyendo...




En este mes he comprado una República. Capricho costoso que no tendrá continuaciones. Era un deseo que tenía desde hace mucho tiempo y del que he querido librarme. Me imaginaba que eso de ser el amo de un país daba más gusto.

[...]

El espectáculo, para mí, es bastante divertido. Las cámaras continúan legislando, en apariencia libremente; los ciudadanos siguen imaginándose que la República es autónoma e independiente y que de su voluntad depende el curso de los acontecimientos. No saben que todo lo que ellos creen poseer -vida, bienes, derechos civiles- penden, en última instancia, de un extranjero desconocido para ellos, es decir, de mí.

[...]

Este poder oculto, pero ilimitado, me ha hecho pasar algunas horas agradables. Sufrir todas las molestias y servidumbre de la comedia política es una fatiga tremenda; pero ser el titiritero que, tras el telón, puede solazarse tirando de los hilos de los fantoches obedientes a sus movimientos es un oficio voluptuoso. Mi desprecio por los hombres encuentra aquí un sabroso alimento y miles de confirmaciones.

domingo, 4 de diciembre de 2011

sábado, 3 de diciembre de 2011

R&H Hall (acuarela)

Hoy sábado me he levantado inspirado, hacía por lo menos un mes y medio desde la última vez que mojé el pincel y he querido hacer una "prueba de cielo". Justamente el cielo es lo que me ha quedado peor, no se me da nada bien pintar con mucha agua, lo mío va a ser el seco sobre seco.

Este es un paisaje industrial de la ciudad de Cork, en Irlanda.

water color acuarela R&H HALL Cork

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