bloh, bloh, bloh

bloh, bloh, bloh: fotografía, música y cosas de esas.

lunes, 31 de octubre de 2011

Diálogo entre Jorge Bool y Ana Logic

-Por favor, señor Jorge, ¿pero qué se cree? Llevo años sirviéndoles a usted y a su familia ¡Y ahora me viene con esta historia! -gimió dolida, haciendo entonces una pausa en su discurso-. Yo no tengo un interruptor sino un potenciómetro. No puedo soportar que usted cambie de sentimientos en pocos segundos, en un simple chasquido de dedos. ¡Es un lunático! -exclamó indignada, girando bruscamente sobre sí misma, dando la espalda al señor Jorge y dirigiéndose hacia la puerta de salida-. Necesito un tiempo, necesito ver el gris antes que el blanco. ¡Y el gris claro después del gris intermedio!

-Señorita Ana, ¿dónde piensa que va?- dijo mientras la retenía con fuerza y la giraba de nuevo hacia sí-. Lo que le voy a decir a continuación no admite discusión: utilice una profundidad de ocho dígitos binarios. ¡Y si no tiene bastante tome una de dieciséis o de treinta y dos! Y ahora acérquese... -y entonces la besó apasionadamente, sin encontrar oposición por parte de ella.

pixel art George Bool and friend Ana Logic

lunes, 24 de octubre de 2011

Noche de cielo naranja

Música y pixels en la noche de la ciudad.



Música y pixels dedicados a las estrellas del cielo que no se ven, al día que me di cuenta de que el cielo es naranja por la noche, a las noches solitarias que paso en vela enredando y haciendo mil cosas y no acabando ninguna, a La Rosa de los Vientos, a Dennis Ritchie (una de las noticias que se escuchan es la de su muerte), al piano de Chopin, al ZX Spectrum y al Paintbrush.

sábado, 22 de octubre de 2011

The Great Escape (Spectrum)

Un placer para la mente y para la vista, porque hay dos cosas que hacen irresistible a esta gran joya del ordenador de los 48 kB: el desafío del juego en sí y su pixelada estética. Me encanta el pixel-art, quiero hacer pixel-art. Seguir leyendo...

Hace poco, gracias a un emulador de Spectrum llamado Fuse (para Wii) he retomado el reto de planear la gran escapada del campo de concentración donde estuve tanto tiempo recluido en los 80.

Para escapar tuve que buscar todos los objetos que me pudieran ser útiles, colarme en las dependencias de los militares para robar algunas cosas y explorar la red de alcantarillado que antiguos presos prepararon para huir. Todo sin perder la fe, sin bajar los brazos como ya han hicieron todos mis compañeros.

Esta es una imagen del juego, dentro de uno de los barracones:


Pero lo más importante de todo es que gracias a The Great Escape he redescubierto la estética del pixel, con figuritas y escenarios simples y claros en una isometría bella y perfecta. Y con un poco de paciencia (horas, más de dos y más de tres), uniendo trocitos, he conseguido recoger en una imagen la prisión al completo:

The Great Escape SPECTRUM mapa completo entire map

Hace tiempo empecé varios proyectitos de pixel-art, pero los tengo apartados. Después de disfrutar tanto con este seguro que los retomaré.

viernes, 21 de octubre de 2011

Tú (no siempre tú)

Tú, siempre tú, sobreviviendo como tú ahora ya has muerto un poco como tú.
Llámame cuando vuelvas a ser tú.
Aunque puedo adaptarme, ya no quiero cambiar.
Llámame cuando vuelvas a ser tú.



Música y letra: pvc

jueves, 13 de octubre de 2011

Cómo podemos ser

Hace muchos años, con la pubertad y mi primera guitarra recién estrenadas empecé a componer y grabar canciones como un poseído, con bastante más ímpetu que calidad. Es más, huía de la calidad como de algo malévolo se tratara y ahora os explico mi método de grabación y veréis por qué. Pues eso, lo que hacía es registrar al mismo tiempo la voz y la guitarra, recogiendo todo el sonido con un micrófono de solapa que me conseguí vete tú a saber por dónde y que intentaba colocar en algún punto intermedio entre la boca de la guitarra y la mía propia. El sonido lo introducía en un radiocassette antiguo que no me servía como grabador sino como amplificador con distorsión porque a partir de determinado volumen empezaba a picar y a saturarse. La salida de ese primer radiocassete la metía en la entrada del grabador (el mismo que tenía para el ZX Spectrum) y ahí finalmente grababa el sonido (ruido) en una cinta.
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No recomiendo a nadie que escuche los resultados, pero tampoco quiero poner obstáculos a la curiosidad de algún ingenuo. Ahí va un tema llamado "Cómo podemos ser", incluido en mi primer álbum de estudio, llamado "Verde" por el color de la caja de la cinta en que lo grabé.



La música (composición y ejecución) es mía, pero la letra es de un jovencísimo Paco Campano, aunque él no se acuerde o reniegue.

Hay partes de la letra que no he conseguido descifrar por motivos obvios. La letra dice así:

A la región de los vientos del norte donde el martillo de Thor domina,
desde las cálidas aguas del sur los ahogados gritan
y aunque nadie les escucha porque a nadie le interesa,
siguen derramando sangre y nos la tragamos toda entera.
Lágrimas siempre llegan.

Buscamos el cielo, el sol y la luna [...]
[...]
[...] cómo podemos ser.
Ser.

Nada nuevo bajo el cielo [...]
mira un poco más abajo, donde todos mueren.
Lágrimas siempre llegan.


Buscamos el cielo, el sol y la luna [...]
[...]
[...] cómo podemos ser.

Cómo podemos ser, cómo podemos ser, cómo podemos ser, cómo podemos ser.

lunes, 10 de octubre de 2011

Restos biológicos

Por donde quiera que vamos dejamos trocitos nuestros, y no me refiero a temas espirituales, sino que realmente vamos desgastándonos y soltando "marbles" como las gomas de un F1. Seguir leyendo...

Hace ya muchos años confesé mi apego a los trocitos de mí mismo que voy dejando por el mundo, como cachitos de postilla, las uñas que me corto e incluso otras cosas que forman parte de mí solo por unas horas y que después expulso como si no las necesitara. Es justo lo contrario de lo que vi el otro día en la película Gattaca.

Pero por circunstancias oportunas, en determinado momento de mi vida me quise desprender de una de las más preciadas partes de mi persona corpórea: los pelos largos (de la cabeza). Fue un día triste del que quedaron dos imágenes tomadas en los momentos previos:



viernes, 7 de octubre de 2011

De esta guisa me conoció Thom Yorke

Capítulo I. De cómo hice el ridículo en el Virgin Store.

La tienda Virgin de Sevilla fue una gran idea que se adelantó tanto a su tiempo que se fue a la mierda al poco de abrir. Todavía nos faltaban por lo menos quince años para estar preparados para un centro cultural de ese tipo. Seguir leyendo...



No fue en el 93, como siempre creí, sino en el 94, cuando un día iba yo paseando por el centro con mi amiga la Sedi y de repente se acordó de que precisamente en la tienda Virgin había un grupo inglés que se estaba poniendo de moda firmando autógrafos. A ella le gustaban pero le daba muchísima vergüenza entrar a pedirles un autógrafo, más cuando no teníamos ni boli ni papel ni por supuesto pasaba por nuestra cabeza comprarnos el cedé para que nos firmaran en la carátula. A mí me daba más vergüeza que a ella, seguro, pero me daba aún más vergüenza reconocer mi vergüenza, así que me la tragué y armado con un papelito de mierda que encontramos tirado en la calle entré en el Virgin y me dirigí hacia la mesita donde estaba el grupo.

Eran cuatro o cinco tipos flacos, feos y con pinta entre fashionpunk y de afeminados. Por lo visto se llamaban Radiohead. Pasé el papelito de mierda por encima de la mesita y me fueron firmando. Estaba tan avergonzado que casi ni levanté la cabeza. Salí rápido de la tienda, la Sedi esperaba fuera con una gran sonrisa. Miramos el papelito y a mí me gustó mucho la firma de uno de ellos que era algo así:


Cuando ya volvíamos felices a casa la Sedi me dijo:

- ¿Sabes que a Merche seguro que le encantaría tener un autógrafo de esta gente?
- ¿Tú crees?

Por mi parte, tener contenta a la tal Merche era algo importante que en general me ocupaba y preocupaba bastantes horas al día, os podéis imaginar el resto. Por unos segundos pensé que me podía escapar de mi cruel destino, pero no:

- ¿Por qué no pasas otra vez por la tienda y les pides otro autógrafo?- me preguntó la Sedi.

Lo peor de lo peor, volví a hacerlo, tuve que volver a hacerlo: cogí otro papelito de mierda del puto suelo de la calle, entré otra vez en la tienda y sin levantar la vista lo puse en la mesita, me firmaron y me fui pitando como el tren bala.

Capítulo II. El concierto.

Por la noche había un concierto gratuito organizado por una empresa local de cervezas (no voy a decir Cruzcampo por no hacer publicidad) y tocaban estos ingleses afeminados que me vieron hacer el ridículo dos veces esa tarde. Fuimos todos al concierto, la Sedi y Merche también, en pandilla, paz y armonía, pero la aparición de los inglesitos se retrasaba y se retrasaba y justo cuando empezó el concierto la Sedi ya se tenía que volver a casa. Éramos pequeños (tampoco tanto) y a algunos se nos convertía la carroza en calabaza a cierta hora. Por solidaridad siempre que uno se tenía que volver a casa nos volvíamos todos, así apenas tocaron dos temas y ya nos estábamos yendo.

El concierto me estaba gustando mucho, tanto que marcharnos me jodió tanto que la Sedi se sintió un poco en deuda por el día de mierda que me estaba dando.

Y para compensarme, aunque no hacía falta, unos días después me regaló la cinta de Radiohead, "Pablo Honey" se llamaba el álbum. Me gustó el detalle, no lo olvidaré, me gustó el nombre "Pablo" (por algún motivo me sentí identificado) y sobre todo me gustó la música. Así hasta ahora.

Dejo aquí una reseña del diario ABC de aquel evento:


martes, 4 de octubre de 2011

Kim en África

El otro sábado me puse después de comer a practicar con mis acuarelitas mientras en la tele pasaban una película de Kim Basinger que hacía de madre de una familia europea que se trasladaba a vivir a Kenia. Despúes de hacer varias obras de arte fugaces para calentar la muñeca, me inspiré en la peli para pintar esto:



Es la primera acuarela que expongo, estoy un poco ansioso por conocer cómo la acoge el público.

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