El caso es que cada vez somos más, muchos más, y los sistemas tradicionales de obtención de recursos como energía, alimentos y agua deberán ser perfeccionados hasta el máximo de eficiencia o habrá problemas (guerras). Seguramente lo de los problemas (guerras) será difícil de evitar, qué le vamos a hacer si somos así de egoístas. Pero el tema de la eficiencia hay que solucionarlo en cualquier caso.
¿Conocéis la teoría de los grandes ciclos económicos de Kondratiev? Yo no, hasta hace unos días. Este tal Kondratiev nació cerca de Moscú a finales del siglo XIX y se dedicó a estudiar cómo a lo largo de la historia el avance tecnológico fue afectando a la economía en tanto ejerció una gran influencia en los modelos productivos y sociales, haciendo que la economía repitiera cíclicamente un cierto patrón con cuatro grandes fases: primavera, verano, otoño e invierno. Este patrón se ha seguido repitiendo también a lo largo del siglo XX.
La primavera sería la fase de la innovación y el desarrollo de ideas en las que se implanta una nueva manera de pensar a raíz de unas nuevas maneras de hacer las cosas. El verano, con esas nuevas maneras ya establecidas, es la fase de explotación, en la que la economía crece y las desigualdades también. El otoño muchas veces viene precedido de convulsiones sociales, significa deflación y estancamiento de la economía, cuando no recesión. El invierno, el largo y duro invierno de Kondratiev, es una gran depresión tanto económica como social. En esos momentos se plantean unas ciertas necesidades que la humanidad sólo sabrá resolver gracias a su ingenio y al desarrollo de nuevas soluciones que den paso a una nueva y soleada primavera.
¿Dónde estamos ahora? Primero veamos de dónde venimos:
Fuente: http://education.wallstreetsurvivor.com/Kondratieff_wave
Existen claramente diferenciables cinco grandes ondas de Kondratiev desde la segunda mitad del siglo XVIII: la revolución industrial (máquina de vapor), la era de las máquinas (ferrocarril, acero), la industria eléctrica y química, la petroquímica y la última, sí, la que está llegando a su fin ahora, la de las tecnologías de la información (computadores).
A mí se me ocurre así a botepronto una onda previa, la era del comercio marítimo en la que las grandes potencias mundiales (España, Portugal e Inglaterra a la cabeza) extendieron su dominio y progresaron económicamente gracias a las relaciones comerciales marítimas.
Pero si miramos el gráfico, sí, amigos, ahora el verano acabó en la primera década del siglo XXI, abrigaos. ¿Cuánto durará el invierno? Pues el mundo va rápido, cada vez más rápido, por lo que parece que los ciclos cada vez duran menos. Lo que sí necesitamos es algo que resuelva los problemas pero no solo los que tenemos hoy sino los que tendremos en los próximos 50 o 100 años. Y según mi humilde opinión, los más graves son los que escribía al principio de este texto: que somos cada vez más y los recursos son los mismos.
Vuelvo a retomar la idea inicial con este gráfico:
Fuente: Wikipedia
Creo que no hay mucho más que decir. Aquellos que tengan la solución dominarán económicamente en las próximas décadas. Y tranquilos, habrá para todos.
A mi no me lo dijiste. Te habría contestado que sí, que es cierto, que la población mundial crece a un ritmo acojonante. En la actualidad la población mundial está aumentando en unos pocos años lo que antes tardaba cientos o miles de años en crecer… y en el año 2050 seremos casi 9000 millones, cuando ahora “sólo” somos 7000, pero desde mi punto de vista el problema no es ese, por lo menos actualmente….
ResponderEliminarY es que aunque cada vez somos más, la triste realidad es otra. La realidad es que el 25% de la población mundial consume el 75 % de los recursos disponibles. La velocidad de crecimiento económico y el cada vez más alto estado de bienestar (de sólo unos pocos) son los que realmente ejercen presión sobre los recursos naturales.
No conozco Kondratiev, pero si a Malthus, (no personalmente gracias a Dios, porque lo habría matado), el Club de Roma y su informe “Los límites del crecimiento”… y creo que todos ellos aportan una visión incompleta y muy sesgada de la realidad. Es muy fácil culpar del agotamiento de los recursos al descontrolado crecimiento poblacional, pero que hay de los modelos de crecimiento y desarrollo económico…? No quiero aburrir con más datos, ni más palabras, podría estar horas escribiendo, porque como cualquier paradoja se presta a escribir sin parar. Así que acabaré diciendo que es cierto que cada vez somos más y queda menos que repartir, pero también hay que tener en cuenta que en el reparto del pastel hay unos pocos que se están llevando los trozos más grandes, dejando a los demás sólo las miguitas.
Uy, se me pasó responderte antes, Ro!!
ResponderEliminarHay para todos, el negocio está en repartirlo y quien parte y reparte... ¿Cuánto estaríamos dispuestos a pagar por una botella de agua si al abrir el grifo saliese algo feo?
De todas formas no soy experto en evoluciones macroeconómicas, me muevo más cómodo con billetes de cinco, así que solo quería destapar el tema y que alguien como tú me hablara de algo nuevo como Malthus, al cual no conocía.
Gracias.