Título: Autoconvencimiento.

Subtítulo: ¿Quién no se engaña un poquito, a veces?

Ya he dado el paso a la fotografía reflex digital. He dado el tropezón, más bien. Y en verdad lo he dado y todavía me estoy cayendo, aún no me he dado el carajazo. El dinero sigue en mi mano y el aparatito en la del tendero.
El tropezón ha sido de estos en cámara lenta. Cuando se mascaba el viaje de verano, hace meses. Cuando decidimos que el destino sería África. Cuando decidí que no era el momento de jubilar mi todavía nueva cámara compacta gordota y sí el momento de darle su gran oportunidad para entrar por la puerta grande en mi libro de historia personal. Y la muy perra se estropeó el segundo día del Serengeti. Y mete mucho ruido en las fotos, incluso con ISO100. Y lo que tarda el servicio técnico en decir "mu". Joder, está en garantía, ¡arregladla!
Necesito un nuevo y mejor artilugio que permita expresar con instantáneas mi manera de ver las formas, los colores. Que permita congelar el tiempo y las almas para siempre en formato JPG. Lo necesito de verdad y ahora.

Hoy he estado comparando precios. Ahora estoy en el aire. Quizás me hayan congelado en un JPG.